—Te echo de menos,
nena, cada día más. —Joan me acababa de llamar por teléfono. Había tenido que
regresar a Barcelona, el negocio de los caracoles no marchaba bien—. Te quiero —Silencio—.
Nunca me dices que me quieres, no sé, no me importa pero…
El que no haya
tenido unos padres al uso, me hizo dosificar con cuentagotas el cariño hacia
ellos. Esto te lleva a pensar, siendo una niña, en ¿a quién quiero yo? Todo el
mundo parecía tenerlo claro. Todos en mi colegio querían a sus padres, los
adoraban, pero a mí los míos no me terminaban de caer bien. Y esto me
preocupaba. ¿A quién quiero yo?
En las películas la
gente encontraba el amor cuando se hacía mayor. Así que sólo tenía que esperar
a hacerme mayor para querer.
A los17 años lo tuve
muy claro, amaba a mi mejor amigo. Él también lo tuvo claro, amaba a Lara.
Aquello no pasaba en las películas, o no todo el rato, al final siempre se arreglaban.
Hice una lista de
las personas a las que podía querer ilimitadamente sin provocarme dolor. Mi
mejor amigo quedó descartado. A la cabeza escribí el nombre de mis abuelos,
Vicente y Dolores. El de mi hermano, Gerardo. El de mis amigas, Blanquita,
Marieta, Saioa, Carmen e Iratxe, bueno, el de Iratxe lo taché. La quería,
claro, pero a ratos. A Iratxe hay que quererla a ratos para no odiarla.
Durante años mis
abuelos fueron desbancados por Etienne, un francés del que me enamoré hasta
volverme loca, completamente loca. Luego me dejó por otra mujer y volví a
preguntarme una y otra vez: ¿y a quién quiero yo ahora? Pronto retomé el orden
original de la lista y mis abuelos volvieron a estar a la cabeza. La abanderaban
con orgullo. Sujetaban mi columna emocional. Traducían los sentimientos que
muchas veces me brotaban como una masa amorfa y temida.
Pero un día mis
abuelos murieron y sentí que amar sin límite era injustamente doloroso. Rompí
la lista.
—Es porque no te
quiero.
4 comentarios:
Amar es doloroso, pero es un sentimiento único. gracias por este desayuno dominguero. bss.
¡Muchas gracias, Jota!
La próxima vez, avisa y te preparo café ;-)
El dibujo, muy adecuado :), pero el texto... el texto me encanta. Creo que me lo voy a imprimir para leerlo de vez en cuando. ¡Gracias! XD
En una ocasión un médico me dijo que lo mío no tenía solución. A lo que yo llamaba dolor él lo denominó "amor" - y esto guapa, no lo puedo arreglar yo -!!! Me quedé confusa y triste- Entre borrachos arrepentidos, padres que maltrataban a sus hijos, y los más de setenta aprendices que hacíamos el Taller del Corazón la única persona que volvió a casa sin ninguna solución fui yo. Así es esto del amor!! bss
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