Ilustración: Martín Juaristi
Blanquita y Marieta estaban sentadas en una mesa alta de la Cervecería 100 Montaditos, en la Calle Mayor de Madrid. Era lunes, casi las once de la noche y esperaban a Elvira con dos cañas y echando un vistazo a la variada carta. Al día siguiente, las dos amigas regresarían a Bilbao tras pasar cuatro días en la ciudad celebrando la publicación de la primera novela de Elvira.
Veinte minutos más tarde, Elvira entró en el bar buscando con la vista a sus amigas. Cuando llegó a la mesa, Blanquita le preguntó cómo había ido la clase del Máster, ofreciéndole su mejilla para que le diera un beso. Elvira besó a sus dos amigas pero no contestó a la pregunta. Sin decir nada arrastró un taburete de la mesa de al lado, se quitó la chamarra de cuero, la dejó sobre el taburete, la volvió a coger, se sentó y la colocó sobre la mesa para después ponerla sobre sus rodillas. Se descolgó el bolso del hombro, miró a su alrededor y después de murmurar dos veces mierda se lo volvió a colgar. Se retiró el pelo hacia atrás con una sola mano y se pellizcó la punta de la nariz mientras inspiraba profundamente con los ojos cerrados, al abrirlos vio a sus amigas mirándola fijamente, ¡¿Qué?!, les espetó ella, ¡Nada, nada…!, contestaron las dos con pocas ganas de meterse en problemas, porque sabían que si Elvira tenía el día cruzado, tenía el día cruzado.
Marieta se ofreció a pedirle una caña para ver si se tranquilizaba un poco.
―¿A que no sabes lo que hemos hecho esta tarde, corazona? ―le preguntó Blanquita. Elvira negó con la cabeza y ésta continuó―: Hemos entrado en la Casa del Libro y hemos dicho…: Perdona, ¿me das la última novela de Elvira Rebollo? ―Y seguido metió un gritito dando palmas―. ¡No me he podido resistir y le he dicho al chico que eras amiga mía!, ¡qué fuerte, qué fuerte!
―¿El qué es fuerte? ―preguntó Marieta dejando la caña frente a Elvira.
―Le cuento lo de la Casa del Libro. ―Y volviendo a mirar a Elvira añadió―: Pero nos han dicho que hasta la próxima semana no lo traen.
Elvira apoyó los codos sobre la mesa y con lentitud dejó caer la cabeza hasta taparse la cara con las manos.
―Pero, corazona mía, no te pongas así, que lo van a traer, bobona, que es cosa de una semana, que te tenían en el ordenador, ¡a que sí, Marieta!
Elvira se quitó las manos de la cara, estaba llorando. Las dos amigas se miraron sin saber qué decir. Elvira se inclinó hacia atrás y, secándose las lágrimas con un solo dedo, dijo:
―Hoy en el Máster, mi profesor de Creación Literaria me ha dicho que mi novela va a ser un fracaso, así tal cual, un fracaso, me dice… buff… me dice: Elvira, mira, te auguro un gran fracaso.
―Ese tío no folla, ¿verdad? ―dijo Marieta.
―Corazona, no llores, anda, que hay gente muy mala…
―¡Hay gente muy hija de puta! ―puntualizó Marieta.
―Es que, buff… ―intentaba explicar Elvira mientras se sonaba los mocos con un kleenex―, es que lo alucinante es que ni siquiera se ha leído la novela, ha sacado la conclusión después de corregir uno de mis relatos, ¡además yo no le he pedido su opinión! ¡¿Por qué me odia?!
―Sí, decididamente ese tío no folla… ―dijo Marieta suspirando y cruzando los brazos sobre la mesa, después con un rápido vistazo a su móvil, que estaba junto a su cerveza, comprobó que no tenía llamadas perdidas y entonces, como si algo le hubiera iluminado, levantó la vista y añadió con solemnidad―: Tengo un plan, vamos a hundirlo...
Blanquita volvió a dar palmas, le encantaban los planes de Marieta, era fascinante tener una amiga tan cruel.
Marieta sacó un boli del bolso, tomó una servilleta con el logo de 100 Montaditos y mirando a Elvira le dijo con absoluta seriedad:
―Escúchame, enana, necesito que me digas, uno por uno, todos los títulos de sus novelas. Venga, empieza. ―Bajó la vista y apuntando a la servilleta con su boli esperó a que Elvira enlistara.
Elvira frunció el ceño mirando a Blanquita, ésta levantó los hombros con una mirada muy inocente, Elvira se rió, ¿cómo podía tener dos amigas tan diferentes?
―¡Enana, títulos! ―gritó Marieta sin levantar la vista de la servilleta.
―Pero, pero… si es que no tiene ―explicó Elvira.
―¡¡¿QUÉ?!!
―Pues, eso, que no ha publicado ninguna novela.
Marieta le lanzó el bolígrafo y luego buscó la mirada cómplice de Blanquita a la vez que le decía lo imbécil que era su amiga además de una enana de mierda.
―Joder, Blanca, ¿pero tú ves el mal rato que se está pasando por un tío que no es más que un cretino frustrado? ¡Elvira, piensa! ―gritó dirigiéndose esta vez a ella directamente―, ¿no te das cuenta de que tu profesor no puede entender que alguien como tú publique una novela, según él, tan superficial?, Elvi, tía, que tu profe llevará años intentando publicar, según él, buena literatura.
―No, no, no ―decía Elvira a la vez que giraba la cabeza de lado a lado―, él siempre dice que no quiere publicar, que nunca le ha interesado publicar, que no le llama, vamos, además dice que en España sólo se publica mierda y que él no quiere pertenecer a esa mierda.
―¡Los cojones! ¡Enana, que no! Que la próxima vez que te diga eso de “te auguro fracaso”, le dices: ¡pues yo a ti no te lo auguro, yo te lo confirmo porque con la edad que tienes y sin publicar es todo un fracaso!
Blanquita y Elvira se partían de risa, les encantaba ver a Marieta al límite.
Marieta se hizo la ofendida por considerar que no la tomaban en serio, tomó la carta de tapas y la zarandeó por delante de la cara de sus amigas.
Al de un rato, estaban riéndose alrededor de un plato con 12 montaditos variados y otro de patatas fritas.
―¡Por la Loca Novelife! ―exclamó Blanquita alzando su caña.
―¡Y por los que no follan! ―añadió Marieta.
―Y por amigas como vosotras…
5 comentarios:
Muy bueno P.!!!
Tienes una facilidad de hacer volar con la imaginación terrible.
Se te olvidó nombrarme en tu relato, yo también estaba allí ;-)
Ay Elvira!! Si es que con amigas y comida, todo se soluciona... Y ya, si hay cervecitas, ni te cuento!!! Besazo
Ay, Raquel, muchas gracias!! oye, no me digas que eres "Luna"??? No lo sabía y te lo agradezco muchísimo porque siempre te he visto ahí apoyando el blog, un besazo!!
Mai, sí, con cervecitas y algunas con lambrusco... jejejej! Muaaaa!!
Joooo lo leo y como si fuese real!!! gracias por trasladarme al 100 montaditos a las 11 de la mañana!
besazo!
que ganas de tener locanovelife en mis manos!
Ma
Ma, os traslado al 100 Montaditos a la hora que queráis del día!! Oye, hoy llega la Locanovelife a Elkar
Besurrios, locaza!!
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